«No podía creerlo cuando me llegó el mensaje 20 minutos después diciendo: ‘sí, conozco a tu padre'».
Este fue el momento en que la larga búsqueda de Mika Ap Ellis de su padre, a quien no había visto en 30 años, se acercó a su final.
La joven había pasado años buscando a su padre, Omar, a quien había visto por última vez cuando era niña.
«En realidad nunca tuve una relación con él. Sin embargo, recibí cartas suyas. Tenía tarjetas de cumpleaños de él y muchas fotos, así que supe que había una conexión».
La joven relató que no fue sino hasta que tenía poco más de 20 años que pensó seriamente en buscar a su padre.
La única pista que tenía de quienes conocían a Omar era que probablemente era una persona sin techo y dormía a la intemperie en las calles.
Ap Ellis primero intentó buscar a su padre a través de organizaciones benéficas y agencias municipales que apoyan a las personas sin hogar.
Pero no obtuvo mucha información debido a las normas de protección de datos.
«Seguí dándome contra un muro al no hallar información», señaló Ap Ellis.
Pero hace dos años, al mirar un programa de noticias de un canal local de la BBC en Londres, la joven tuvo una nueva pista.
En el programa había un reportaje sobre el trabajo de Verral Paul-Walcott en Tottenham, un barrio del norte de Londres.
Paul-Walcott dirige un grupo de ciclistas que distribuye alimentos y otros suministros a personas que duermen en las calles de la capital británica.
Ap Ellis le envió un mensaje en redes sociales para preguntarle si sabía dónde podía encontrarse su padre.
Paul-Walcott respondió a los pocos minutos y dijo que sabía dónde estaba Omar.
«Fue absolutamente increíble, simplemente no podía creerlo», dijo Ap Ellis.
«A partir de ahí me tomó mucho tiempo tratar de entender qué era lo que yo quería al buscar a mi padre.
«Una cosa era saber dónde estaba después de 30 años, pero otra diferente era imaginar qué sucedería después», añadió.
Tras recibir el mensaje de Ap Ellis, Paul-Walcott fue directamente al lugar donde sabía que dormía Omar.
«Me acerqué a él y, como de costumbre, le pregunté si necesitaba algún apoyo y me dijo qué cosas necesitaba», señaló.
«Se las compré y cuando regresé le dije: ‘Tengo una noticia para ti. Hay alguien llamada Mika que quiere verte’. Me miró, se le llenaron los ojos de lágrimas y dijo: ‘Es mi hija'».
Omar grabó un mensaje de voz en el teléfono de Paul-Walcott para que su hija escuchara su voz por primera vez en tres décadas.
A partir de ahí, Paul-Walcott se mantuvo en contacto con Omar y ayudó a que padre e hija se reunieran finalmente en persona.
«Mi papá sabía ahora que yo iba a ir a verlo. Había acordado con Verral que iba a esperarnos en un sitio al que iba habitualmente», relató Ap Ellis.
«En mi cabeza todavía pensaba que no iba a estar allí. Habían pasado 30 años así que realmente no esperaba mucho», contó.
«Estaba muy nerviosa cuando finalmente me acerqué a él y le dije: ‘¿eres Omar?’ y él dijo que sí.
«Lo abracé y fue un momento realmente surrealista, pero no lo sentí como un desconocido, me sentía de una manera extraña, como si estuviera en casa.
«El resto del día fuimos al parque y charlamos durante horas y horas y horas».
Ap Ellis describió encontrar a su padre de esta manera como un «milagro».
«Si alguien está buscando a una persona en Londres, especialmente si es alguien en en situación de calle, seguramente si le dan a Verral una hora, él la encontrará».